Propongo que Chile establezca una hoja de ruta estratégica para convertirse en un proveedor regional de electricidad, enfocándose en el fortalecimiento de su infraestructura energética y en el desarrollo de capacidades de exportación hacia países vecinos. Esta iniciativa permitirá posicionar a Chile como un actor clave en la integración energética sudamericana, beneficiando directamente a la ciudadanía mediante la reducción del costo del kilowatt/hora y la creación de empleos.

Objetivos del Plan: Fortalecer la infraestructura eléctrica nacional, mejorando su capacidad, seguridad y redundancia para garantizar un suministro confiable, tanto para el consumo interno como para la exportación. Desarrollar mecanismos de interconexión eléctrica con países vecinos, como Argentina, Perú y Bolivia, con el objetivo de crear una red regional de suministro basada en energías limpias y renovables. Impulsar la exportación de energía renovable, aprovechando el potencial solar del norte de Chile, la energía eólica del sur y otras fuentes limpias disponibles a lo largo del país. Reducir el costo de la electricidad en Chile mediante el aumento de la eficiencia del sistema, mayores ingresos por exportaciones y economías de escala.

Generar empleo y dinamizar la economía, a través de la inversión pública y privada en infraestructura crítica, con especial foco en regiones estratégicas del país. Beneficios Esperados: Reducción en el precio de la energía para los hogares chilenos. Mayor resiliencia energética nacional ante emergencias o fluctuaciones del mercado. Contribución concreta al combate del cambio climático, mediante la exportación de energía limpia en lugar de combustibles fósiles. Atracción de inversión extranjera directa en el sector energético. Creación de miles de empleos directos e indirectos en construcción, ingeniería, mantenimiento y operación de nuevas infraestructuras.