otra idea fundamental es mejorar la calidad de los centros deportivos públicos y garantizar su acceso a toda la ciudadanía.

Un ejemplo claro lo veo cada vez que llego a Santiago en bus: observo múltiples canchas de fútbol, básquetbol y vóleibol de libre acceso y buena calidad. Sin embargo, esta realidad no se replica en todo Santiago, ni mucho menos en el resto del país.

Por eso, es necesario apoyar a las comunas en la construcción de recintos deportivos públicos de calidad, o bien, como propuse previamente, definir puntos estratégicos por región, donde se pueda establecer un centro deportivo comunal o regional de alto estándar.

Por ejemplo, en la Región de Valparaíso, una sede deportiva podría instalarse en Viña del Mar, por su cercanía con comunas como Valparaíso, Quilpué, Villa Alemana y Limache. Otra ubicación viable sería Quillota, que puede servir como centro para las comunas aledañas.

Este modelo se podría replicar en todas las regiones del país, creando centros deportivos comunitarios abiertos y de calidad, accesibles para todos los ciudadanos.

Estos centros deberían ser responsabilidad del Ministerio del Deporte, y no quedar exclusivamente en manos de las municipalidades, que muchas veces tienen recursos limitados. De esta forma, se puede ampliar el alcance del deporte y asegurar que cada chileno interesado en realizar actividad física tenga acceso a espacios dignos y bien equipados.

Los recintos incluirían canchas de fútbol, básquetbol, vóleibol, y también espacios especializados como dojos para taekwondo, karate, judo, jiu-jitsu, entre otros, disciplinas que hoy en día carecen de instalaciones adecuadas para una práctica digna.