Publicado por: Boris Godoy

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Salud
Nacional
Eliminación sistema salud PRAIS

Resumen

Propongo eliminar progresivamente el programa PRAIS para terminar con los privilegios y la desigualdad en la salud pública. En su lugar, quiero instaurar un sistema de acceso único y universal, donde la atención se priorice estrictamente por necesidad médica. Los recursos liberados se reinvertirán en reducir las listas de espera y mejorar la atención para todos.

¿A quién beneficia esta idea?

Los beneficiarios directos de esta propuesta serían la inmensa mayoría de los chilenos y chilenas que utilizan el sistema de salud público y no pertenecen al PRAIS. Con esto, busco ayudar a todos los pacientes que hoy enfrentan largas listas de espera y ven cómo otros reciben atención preferente por motivos no clínicos. En definitiva, busco beneficiar al ciudadano común, para que pueda acceder a un sistema más justo y equitativo donde su real necesidad de salud sea la única prioridad.

¿Qué problema resuelve esta idea?

El problema que busco abordar es la profunda desigualdad y segmentación que genera el programa PRAIS dentro de nuestro sistema de salud público. Mi idea nace de la problemática de que este programa otorga privilegios y acceso preferente a un grupo específico de la población, no por su condición de salud, sino por una categoría histórica. Esto crea un injusto sistema de salud de 'primera y segunda clase', atentando contra el principio de que la atención debe basarse en la necesidad clínica de cada persona y no en privilegios.

Idea en detalle

Propuesta de Reforma: Hacia un Sistema de Salud Público Igualitario y sin Segmentaciones Injustificadas

En el marco de una necesaria modernización del sistema de salud pública chileno, se propone la eliminación progresiva del programa PRAIS, debido a los efectos de segmentación y desigualdad que genera dentro del sistema. Si bien el objetivo inicial del PRAIS —reparar a las víctimas de violaciones a los derechos humanos— fue legítimo en su contexto histórico, actualmente su mantención ha derivado en una diferenciación de trato injustificada frente al resto de la población usuaria del sistema público.

El programa otorga acceso preferente a consultas, campañas de salud exclusivas y otras prestaciones especiales, lo que contribuye a una percepción —y en muchos casos una realidad— de privilegio frente al resto de los pacientes del sistema. Esto contraviene el principio de equidad en salud, que debe priorizar la atención en base a criterios clínicos y sociales objetivos, no en base a categorías históricas que pueden estar hoy desactualizadas o mal fiscalizadas. Existen también serias dudas respecto a la veracidad de algunos beneficiarios, lo que plantea la urgencia de una auditoría exhaustiva.

Se propone, en su reemplazo, un sistema único e igualitario de acceso a la salud pública, en el que las prioridades de atención se definan por indicadores de riesgo y necesidad médica, con criterios transparentes y universales para toda la población. Los recursos liberados por la eliminación del PRAIS podrían ser redestinados a fortalecer la atención primaria, reducir listas de espera y mejorar la cobertura de salud mental.

Este cambio permitirá avanzar hacia una salud pública centrada en la justicia social real, sin privilegios heredados, y con una mirada enfocada en el presente y futuro del país.

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