Publicado por: Isamar Vera

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Educación
Nacional
Educar con Sentido: Apoyos Reales para Vidas Dignas

Resumen

Mi propuesta consiste en implementar salas de calma y multisensoriales en los establecimientos educacionales, dotándolos de material específico. Además, busco incorporar a profesionales como terapeutas ocupacionales y desarrollar talleres pre-laborales. El objetivo es asegurar el bienestar, la autonomía y la inclusión real de los estudiantes con necesidades de apoyo.

¿A quién beneficia esta idea?

Los beneficiarios directos de esta propuesta serían los estudiantes neurodivergentes y aquellos con necesidades de apoyo por temas de salud mental. Con esto, busco ayudar a niños, niñas y jóvenes con Autismo, TDAH, discapacidad intelectual, entre otras condiciones, a tener un proceso educativo más justo y adaptado. Indirectamente, sus familias también se verían beneficiadas al recibir un mayor apoyo institucional, así como las comunidades educativas en su conjunto, al fortalecer sus capacidades inclusivas.

¿Qué problema resuelve esta idea?

El problema que busco abordar es la profunda carencia de apoyos y recursos especializados para los estudiantes neurodivergentes dentro del sistema educativo chileno. Actualmente, nuestros niños, niñas y jóvenes con condiciones como Autismo, TDAH o discapacidad intelectual no tienen acceso a espacios adecuados, como salas de calma, ni al acompañamiento de profesionales clave como terapeutas ocupacionales. Esta falta de infraestructura y personal especializado genera barreras significativas para su aprendizaje, sobrecarga a sus familias y obstaculiza una inclusión verdadera y efectiva.

Idea en detalle

En la Educación chilena, existe una creciente necesidad de fortalecer los apoyos para estudiantes neurodivergentes, especialmente aquellos con condiciones como Autismo, TDAH o discapacidad intelectual, (incluso aquellos con temáticas de salud mental).

Muchos de ellos requieren espacios adecuados para la regulación emocional, estimulación sensorial y orientación funcional que les permitan participar activamente del proceso educativo.

Actualmente, carecemos de salas de calma o multisensoriales, así como de materiales específicos que favorezcan su bienestar y autonomía. Tampoco contamos, con profesionales como terapeutas ocupacionales que puedan guiar intervenciones adaptadas ni con talleres pre-laborales que preparen a estudiantes con dependencia permanente para una vida digna.

Esto genera sobrecarga para las familias, barreras en el aprendizaje y un retroceso en la inclusión efectiva. Se hace urgente invertir en recursos materiales, humanos y pedagógicos para responder de manera integral a estas necesidades. Fortalecer la educación inclusiva no solo es un acto de justicia social, sino también un compromiso con los derechos y el futuro de todos nuestros estudiantes.

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