El deporte y la actividad física deben ser prioridad en la sociedad actual, no solo mediante buenos profesores de educación física o entrenadores en las etapas formativas y competitivas, sino también a través de gestores y administradores con formación profesional específica.

Por ello, propongo promover la carrera de Ingeniería en Gestión Deportiva en universidades e institutos del país, tal como lo hacen desde hace décadas los países desarrollados, cuyos resultados en gestión y logros deportivos son evidentes e inspiradores.

Esta carrera permite formar profesionales capaces de liderar y optimizar el uso de recursos humanos, financieros y materiales, además de planificar, crear y evaluar proyectos deportivos; gestionar eventos; y diseñar estrategias de marketing y financiamiento. Además, se podría incluir en concursos públicos como requisito de título profesional, ampliando así el abanico de profesionales en el área deportiva.

Su labor es crucial tanto en el sector público (a través de programas sociales, municipales y comunitarios) como en el sector privado (en clubes, empresas deportivas y recintos), contribuyendo al desarrollo sostenible del deporte nacional y al bienestar integral de la sociedad.

Impulsar esta carrera no solo elevaría los estándares de gestión, sino que fortalecería la cultura deportiva, generando más oportunidades laborales y un impacto positivo en la salud, cohesión social y proyección internacional del país.