Se propone establecer un marco regulatorio integral para clínicas veterinarias y profesionales del área, con el objetivo de garantizar transparencia en los precios, claridad sobre las especialidades médicas y responsabilidad ante negligencias. Actualmente, muchas clínicas cobran tarifas arbitrarias por atención e insumos, sin que exista control estatal sobre los costos, lo que limita el acceso de las familias a tratamientos esenciales y genera desconfianza en la población. Asimismo, no existe un sistema uniforme para identificar la formación y especialización de los veterinarios, lo que puede derivar en que procedimientos complejos sean realizados por profesionales no capacitados para ello.

La regulación propuesta contemplaría:

Control de precios y transparencia: Establecer rangos orientativos de cobro por servicios y obligación de informar previamente a los usuarios, evitando abusos económicos.

Registro y certificación de especialidades: Todos los veterinarios deberán estar inscritos en un registro nacional que detalle su formación y especialidad, estableciendo claramente qué procedimientos pueden realizar según su área de competencia. Esto asegura que los animales reciban atención calificada y reduce riesgos de procedimientos mal realizados.

Responsabilidad profesional: Se implementarán mecanismos legales y administrativos para que los veterinarios respondan ante negligencias médicas, garantizando compensación para los afectados y fortaleciendo la confianza en el sistema.

Fiscalización y sanciones: Las autoridades competentes supervisarán el cumplimiento de estas normas, aplicando sanciones proporcionales en caso de infracciones, negligencia o prácticas abusivas.

Esta regulación beneficia directamente a las familias y dueños de mascotas, al garantizar atención de calidad, transparencia en costos y seguridad frente a negligencias. También fortalece la profesión veterinaria, al estandarizar prácticas, certificar competencias y promover un ejercicio ético y responsable. Finalmente, contribuye al bienestar animal y a la confianza social, fomentando la tenencia responsable y la protección de la salud de los animales como parte de un compromiso ciudadano y ético.