Propuesta 7.1: Implementación del Plan GOFRA (Gestión Operacional Fronteriza de Reacción
Avanzada).
Plan GOFRA busca optimizar el uso de recursos humanos y logísticos para maximizar la cobertura
fronteriza, creando una valla tecnológica basada en la estrategia de enjambre que comprenda de la
colaboración entre sistemas aéreos no tripulados, sistemas informáticos integrados para monitoreo
y proyección estadística de flujo migrante y la articulación en red con Interpol para la detección
temprana de mercados ilegales de trata de personas, niñas y mujeres con fines sexuales. Buscamos
establecer los precedentes para futuros proyectos de modernización militar, creando un marco de
referencia para la implementación de tecnologías avanzadas en el sector público chileno.
Desglose táctico GOFRA:
- a) Implementación del Departamento de Operadores de Drones, mediante la modificación
de la estructura orgánica del Ejército de Chile por medio de Decreto Supremo que actualice
el Reglamento de Organización Funcional institucional, siguiendo los procedimientos
establecidos en el artículo 18 de la normativa vigente. Esta modificación contemplará la
creación formal de la especialidad «Operador de Sistemas Aéreos No Tripulados» dentro
de las Armas, Servicios y Especialidades del Ejército, estableciendo sus funciones
específicas, requisitos de ingreso, y sistema de ascensos diferenciado que reconozca la
naturaleza técnica de esta especialidad. - b) Promulgación de un Decreto Exento que establezca el «Centro de Capacitación y
Operaciones de Drones (CECOD)» como unidad independiente adscrita al Comando de
Institutos y Doctrina (COMID), dotándola de autonomía administrativa para la gestión de
cursos, certificaciones y operaciones. Esta estructura debe contemplar dos niveles
formativos exclusivamente para suboficiales: el Curso Básico de Operador de Drones con
duración de 12 semanas, y el Curso Avanzado de Piloto de Combate con Drones con
duración de 24 semanas, ambos certificados internacionalmente según estándares NATO y
con sistema de rotación obligatoria entre diferentes unidades del territorio nacional. - c) El CECOD funcionaría con una dotación inicial de 120 suboficiales distribuidos en: 20
instructores especialistas (formados inicialmente en el extranjero), 30 suboficiales
operadores certificados en funciones de entrenamiento, 50 suboficiales en proceso de
capacitación rotativos provenientes de diferentes unidades territoriales, y 20 suboficiales
de apoyo logístico y mantenimiento. La infraestructura incluiría simuladores de vuelo
avanzados, pistas de entrenamiento, talleres de mantenimiento especializados, centro de
operaciones con capacidad para coordinar hasta 50 drones simultáneamente en territorio
nacional, y laboratorios de inteligencia artificial para sistemas de reconocimiento facial,
detección térmica e identificación automática de amenazas. - d) La capacitación básica contemplaría materias fundamentales como navegación aérea,
meteorología aplicada, comunicaciones militares, legislación de espacio aéreo,
mantenimiento preventivo básico, y operaciones de vigilancia fronteriza, con suboficiales
provenientes rotativamente de las Divisiones de Ejército I, II, III, IV, V y VI, garantizando
que cada unidad territorial desarrolle capacidades propias en tecnología de drones. El curso
avanzado incorporaría entrenamiento en combate aéreo, inteligencia militar, operaciones
nocturnas especializadas, coordinación con artillería, y táctica de enjambres de drones. El
sistema de rotación de 18 meses entre zonas operacionales previene la creación de
estructuras administrativas rígidas, fomenta el intercambio de experiencias entre diferentes
teatros de operación, y asegura que las capacidades de drones se distribuyan
homogéneamente en todo el territorio nacional. - e) La diferenciación entre pilotos de vigilancia y pilotos de combate requiere
infraestructura especializada: los primeros operarían drones equipados con sistemas de IA
para detección de personas, cámaras termo-calóricas de última generación, y sistemas de
comunicación avanzados, mientras que los pilotos de combate manejarían drones armados
con capacidad letal, requiriendo simuladores de combate específicos y entrenamiento en
toma de decisiones críticas bajo presión. - f) Sistema de rotación de 18 meses entre zonas operacionales previene la formación de
vicios administrativos, fomenta el intercambio de experiencias entre diferentes teatros de
operación, y asegura que las capacidades de drones se distribuyan homogéneamente en
todo el territorio nacional. - g) Se propone crear un «Consorcio Sudamericano de Tecnología de Drones» liderado por
Chile, invitando inicialmente a Colombia, Perú y Brasil para desarrollar capacidades
regionales compartidas y negociar adquisiciones conjuntas que reduzcan costos unitarios.
Esta iniciativa permitiría acceder a tecnología de punta mediante acuerdos de transferencia
tecnológica, financiamiento conjunto, y desarrollo de capacidades industriales locales a
través de FAMAE. - h) Las adquisiciones se estructurarían en fases: Fase I contempla 50 drones de vigilancia
básica (costo estimado 25 millones USD), Fase II incluye 30 drones de combate ligero (45
millones USD), y Fase III incorpora 10 drones de alta autonomía para operaciones
especiales (30 millones USD). Los proveedores objetivo incluyen General Atomics (USA),
IAI (Israel), Turkish Aerospace (Turquía) y Baykar (Turquía), países con los cuales Chile
puede negociar paquetes integrales que incluyan equipos, entrenamiento, mantenimiento y
transferencia tecnológica parcial.
Presupuesto y Pertinencia Económica GOFRA:
- a) Considerando que el Ejército de Chile cuenta con un presupuesto de 832 millones de
dólares para 2024, la implementación de GOFRA representaría aproximadamente el 18%
del presupuesto institucional durante los primeros cinco años. La inversión inicial requiere
45 millones USD para infraestructura del CECOD, adquisición de equipos de
entrenamiento, y capacitación del personal instructor. Los años 2-4 demandarían 25
millones USD anuales para adquisición progresiva de drones, mientras que los costos
operacionales estabilizados alcanzarían 15 millones USD anuales desde el año 5. - b) Esta inversión se justifica económicamente considerando que cada suboficial operador
de dron puede realizar la función de vigilancia equivalente a 12 soldados en patrullaje
terrestre, generando ahorros operacionales de 8 millones USD anuales en costos de
personal, transporte, equipamiento individual y riesgos asociados. El sistema de rotación
de suboficiales entre diferentes unidades territoriales maximiza el retorno de la inversión
en capacitación, ya que cada suboficial entrenado transfiere conocimientos a su unidad de
origen, multiplicando las capacidades operacionales sin costos adicionales significativos. - c) Adicionalmente, la reducción de corrupción fronteriza (estimada en 12 millones USD
anuales según estudios internacionales comparativos) y el incremento en la efectividad de
detección de actividades ilícitas generarían beneficios indirectos que amortizarían la
inversión en un plazo de 8 años. - d) El proyecto GOFRA se autofinanciaría parcialmente mediante la exportación de
servicios de entrenamiento a países de la región, generando ingresos estimados en 3
millones USD anuales desde el año 4, y posicionando a Chile como centro de excelencia
sudamericano en operaciones con drones militares, fortaleciendo su liderazgo regional en
innovación militar y generando capacidades exportables que contribuirían al desarrollo de
la industria nacional de defensa.