3.2. Formar para el trabajo del futuro, no para el pasado. Trayectorias formativas que conecten con el mercado minero, con empleos reales, bien pagados y con futuro. Y después lo escalamos: energía, salud, agro, tecnología. Porque Chile necesita personas que construyan país, no que sobrevivan en la informalidad.
3.1. Chile no puede seguir educando solo para obedecer. Vamos a meter emprendimiento en el ADN del sistema. Creatividad, autonomía, innovación. Porque el futuro no se construye con manuales viejos. Se construye con jóvenes que se atreven.